El pequeño pueblo limpio
Cuento
Había una vez, en un pequeño pueblo, unas cuantas personas que vivían muy felices, y siempre buscaban tener la mejor higiene de todas, para así poder hacer lo que quisieran sin arriesgarse a contagiarse de algún virus que anduviera por ahí.
Los pueblos vecinos se burlaban de ellos todo el tiempo, ellos pensaban que lavarse las manos una vez al día era suficiente, y criticaban mucho al pequeño pueblo por sus costumbres.
Llegó una época en la que surgió un virus muy pequeño, por lo que nadie lo considero un peligro, más poco a poco, el pequeño virus creció y empezó a infectar poco a poco a todos los pueblos.
La gente de aquellos pueblos no salía de su casa y tenía mucho miedo de aquel pequeño virus, y aunque se cuidaran, su higiene no era la mejor, por lo que el pequeño virus aprovechó y se fue a las manos de todos los habitantes de los pueblos.
Todos los pueblos se dieron cuenta de que el pequeño pueblo del que se burlaban, estaba muy sano, y aunque salieran muy poco de casa, con los cuidados de higiene que acostumbraban, lograron estar seguros.
Fue ahí cuando los demás pueblos dejaron de burlarse de ellos y empezaron a aprender de aquel pequeño pueblo, así salvando la vida de miles de habitantes.
Al final, todos los pueblos agradecieron a aquel pequeño pueblo de la gran enseñanza que les dieron, y decidieron implementar reglas de lavadas de manos cada vez que tocaran objetos fuera de casa, y desinfectar todo alimento, productos y objetos que compraran, para así estar seguros de aquel pequeño virus, gracias a estos cuidados, los pueblos lograron ganarle al virus, y vivieron felices para siempre.
¡Feliz día de las madres!
Oro Negro
Cuento
Había una vez, en un maravilloso reino, un gran rey que tenía mucho poder sobre un material muy valioso en todos los reinos, éste era conocido como “el oro negro” y se consumía en todos los reinos, de una manera muy fuerte.
Un día, llegó un virus malévolo a atacar a todos los reinos de aquel mundo, y se robó el valor del oro negro, este valor quedó tan bajo, que la caja en la que vendían este oro, valía más que el mismísimo oro.
Los reinos no sabían qué hacer en ese momento, y el rey perdió todo el dinero que lo hacía tan poderoso. A partir de este momento, se empezó a buscar un nuevo “oro negro” y los reinos empezaron a trabajar con un nuevo material natural, que terminó siendo aún más valioso que aquel oro negro.
El rey no quiso trabajar con el nuevo material, ya que estaba seguro de que el oro negro se recuperaría, y esto no pasó, por lo que el reino perdió su poder, y nunca más pudo recuperarse.
Ningún material u objeto es irreemplazables, por lo que tienes que cuidar más de ti y de tus alrededores, que de tus objetos físicos, cuida de tu salud, la salud sí es irreemplazable, ¡cuídate!
La esperanza nunca desaparece
Cuento
Había una vez, en un mundo muy hermoso, un montón de seres vivos que vivían felices y sin preocupaciones. Cuando de repente, llegó un extraño enemigo, invisible, que poco a poco acababa con la vida de los seres de aquel mundo. Este rival acechó muchos meses a aquellos seres, y no los dejaba salir a las calles por el miedo a ser encontrados por aquel malvado villano.
Fue entonces, que un pequeño grupo de seres maravillosos de aquel mundo decidió resguardarse sin arriesgarse a salir de ninguna manera. El malvado villano al ver que no había posibilidad de acechar a nadie, gracias a que nadie salía, decidió retirarse de aquel lugar donde habitaban esos seres maravillosos, y fue cuando ellos pudieron salir a disfrutar de nuevo de sus vidas.
El resto de los seres aprendieron de aquellos seres maravillosos, y los llamaron los Nuevos Zelands, quienes fueron un ejemplo para desterrar a aquel villano de ese mundo maravilloso, y así fue como, poco a poco, el ser maligno desapareció, y todos los seres de aquel extraordinario mundo lograron acabar con el miedo, ¡y continuaron con sus bonitas vidas!